capitán
el viaje
ha terminado
la cuestión, capitán, era tenerlo
y obedecer su pulso, borracho, incontenible
abrazarlo y amarlo y odiarlo y moldearlo
y no hacer sino barro de su polvo
y no hacer sino herida de su filo
y así fue que zarpamos
que dejamos la pluma y la palabra
sólo para cortar con nuestros dientes
el durísimo cáñamo y la tela
la vela y la liana que la liga
y para que la sal y el oleaje
fueran nuestro cobijo y nuestra manta
y nuestra intimidad y alevosía
todo estará mejor cuando lleguemos:
esa era la consigna de los sabios
tanta piel abrasada por las horas!
tanta carne cansada y solitaria!
y tanto maldecir en la tormenta!
...pero siempre teníamos la tierra
la tierra y su sostén para los huesos
y su orgánico tacto entre los labios
y la simple promesa de dejar a la espalda
esta siniestra sima
sin salida posible
la tierra portadora de esperanza y abrigo
la tierra
que nos viste
sensual
y tentadora
cala feliz,
muelle final y amado
que viene a resarcirnos
del calor que negó la travesía
que se acerca a nosotros desde lejos
y que dará madera a nuestros pies errantes
silueteado que oscila, surge de entre la bruma -
o acaso no lo veis, cada vez más cercano y casi firme?
acaso no domina nuestra playa el límite marfil del horizonte?
acaso no son ciertas esas sombras, parajes tropicales prometidos?
para qué abrir los ojos?
capitán:
el viaje
termina
y
nos
hundimos
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