Nada del mundo real
Esta mañana me he quedado bastante asombrado con las capacidades de la mente humana. Os pongo un poco en situación...
Este cuatrimestre estoy dando clase de las prácticas de una asignatura de mi carrera. Los Lunes y los Martes, las clases empiezan a las 11.30, y por una serie de movidas me toca a mí dar casi todas. En la noche de anteayer, me puse el despertador (del móvil) a las 9:10 de la mañana, pero ayer por la mañana me desperté yo solito (cosa insólita, y más a esas horas), miré el despertador y eran aproximadamente las nueve y cinco. Procedí a darme una ducha y me fui, sin más novedad, a torturar alumnos despiadadamente.
Anoche volví a repetir la misma escena: me puse el despertador del móvil a las 09.10 y me acosté. Esta mañana, de nuevo me he despertado antes de que sonase la alarma, y en el estado típico ese en el que no se está del todo despierto, he supuesto que me habría pasado lo mismo que ayer, me he dicho "total, ahora sonará, puedo echar otros cinco minutitos" y me he vuelto a quedar dormido.
Bueno, pues inmediatamente he soñado que me despertaba, miraba el móvil y ya eran las 11.47 (ya pasadas las 11.30, y además de mi casa a la facultad hay algo menos de media hora andando o en bus) y que la alarma no había sonado (además por un motivo totalmente coherente). Me entraba el pánico y me levantaba, con la idea de pillar un taxi. Medio dormido luchaba con la ropa, pensaba en mis alumnos en el laboratorio, en la otra profesora que quizá ya estuviera allí preguntándome dónde me había metido... Luego el sueño degeneró a una cosa extremadamente surrealista (esencialmente había una inundación bestia con desbordamiento del Guadalquivir, del brazo muerto (!), incluída, con la Macarena que parecía un paseo marítimo... lo que impedía circular a ningún transporte... y cosas así), pero la primera parte era real como la vida misma.
Total, que me despierto del sueño bastante agitado. Cuando recupero la conciencia, me convenzo a mí mismo de que no ha sido más que un sueño recordando sus últimas escenas, pero siento que hay un poco más de luz en el cuarto de la que debiera. Total, que miro el móvil (esta vez el de verdad) y eran las 10.37. La alarma no había sonado porque, misteriosamente, ayer la puse a las 19.10 en vez de a las 09.10...
Afortunadamente, la hora a la que me he despertado ha sido bastante anterior a la del sueño y me ha dado tiempo a llegar (con algo de apuro, eso sí) a mis clases. Pero ha sido una situación bastante extraña... A veces, sobre todo en el instituto, he soñado que me levantaba y me quedaba plácidamente dormido antes de que mi madre llegase alarmada a avisarme otra vez. Hubo también una época en la que me despertaba poco antes de que sonase el despertador. Y otras veces, especialmente antes de los exámenes de la facultad, me despertaba solo con los nervios bastante antes de la hora. Pero es la primera vez que me salvo de llegar tarde gracias a un sueño. Si es que esto de la mente es un buen invento.
Este cuatrimestre estoy dando clase de las prácticas de una asignatura de mi carrera. Los Lunes y los Martes, las clases empiezan a las 11.30, y por una serie de movidas me toca a mí dar casi todas. En la noche de anteayer, me puse el despertador (del móvil) a las 9:10 de la mañana, pero ayer por la mañana me desperté yo solito (cosa insólita, y más a esas horas), miré el despertador y eran aproximadamente las nueve y cinco. Procedí a darme una ducha y me fui, sin más novedad, a torturar alumnos despiadadamente.
Anoche volví a repetir la misma escena: me puse el despertador del móvil a las 09.10 y me acosté. Esta mañana, de nuevo me he despertado antes de que sonase la alarma, y en el estado típico ese en el que no se está del todo despierto, he supuesto que me habría pasado lo mismo que ayer, me he dicho "total, ahora sonará, puedo echar otros cinco minutitos" y me he vuelto a quedar dormido.
Bueno, pues inmediatamente he soñado que me despertaba, miraba el móvil y ya eran las 11.47 (ya pasadas las 11.30, y además de mi casa a la facultad hay algo menos de media hora andando o en bus) y que la alarma no había sonado (además por un motivo totalmente coherente). Me entraba el pánico y me levantaba, con la idea de pillar un taxi. Medio dormido luchaba con la ropa, pensaba en mis alumnos en el laboratorio, en la otra profesora que quizá ya estuviera allí preguntándome dónde me había metido... Luego el sueño degeneró a una cosa extremadamente surrealista (esencialmente había una inundación bestia con desbordamiento del Guadalquivir, del brazo muerto (!), incluída, con la Macarena que parecía un paseo marítimo... lo que impedía circular a ningún transporte... y cosas así), pero la primera parte era real como la vida misma.
Total, que me despierto del sueño bastante agitado. Cuando recupero la conciencia, me convenzo a mí mismo de que no ha sido más que un sueño recordando sus últimas escenas, pero siento que hay un poco más de luz en el cuarto de la que debiera. Total, que miro el móvil (esta vez el de verdad) y eran las 10.37. La alarma no había sonado porque, misteriosamente, ayer la puse a las 19.10 en vez de a las 09.10...
Afortunadamente, la hora a la que me he despertado ha sido bastante anterior a la del sueño y me ha dado tiempo a llegar (con algo de apuro, eso sí) a mis clases. Pero ha sido una situación bastante extraña... A veces, sobre todo en el instituto, he soñado que me levantaba y me quedaba plácidamente dormido antes de que mi madre llegase alarmada a avisarme otra vez. Hubo también una época en la que me despertaba poco antes de que sonase el despertador. Y otras veces, especialmente antes de los exámenes de la facultad, me despertaba solo con los nervios bastante antes de la hora. Pero es la primera vez que me salvo de llegar tarde gracias a un sueño. Si es que esto de la mente es un buen invento.
3 Comentarios:
y para esto me haces esperar tanto.... q te gusta crear espectación;)
Todo lo que se ignora se tiene por grande :P
Tantas veces que habré tenido ese mismo tipo de sueño... Tal vez nuestro subconsciente también se siente estresado y cansado, y a veces se queda dormido, para despertar a una hora indeterminada mientras disuelves el azúcar del café en esa maldita cafetería que frecuentas día tras día.
En fin, me voy a la cama que es tarde.
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