Escribo poco y tarde, tan poco
que he recorrido Vietnam de Sur
a Norte durante 18 dias sin que
tengais noticias mias. --
J Aunque yo no he recorrido Vietnam alguno, y todavía quedan algunos días para llegar a los 18 desde el último post (tampoco demasiados), lo cierto es que últimamente han pasado bastantes cosas en mi vida. No se trata de que ninguna sea demasiado espectacular, pero lo cierto es que últimamente vivo un poco prisionero de mi agenda. Tengo la sensación de que voy saltando sin solución de continuidad de un compartimento a otro, de esos de los que escribía en
Hay algo en el mundo, y que entre uno y otro apenas me queda tiempo para relajarme un poco y ---por ejemplo--- poner posts en el blog, que tengo muy abandonado. Cosa que ya predije que pasaría, claro :P
En el capítulo anterior,
nuestro héroe pasaba un día con
Puriruri & friends (por cierto, con algo de retraso porque no he posteado hasta ahora, pero que quede dicho:
¡¡felicidades Puri!!), gente de PM en general. El día siguiente lo invertí en
ir a comer y jugar a los bolos, ocupación esta en la que soy paupérrimo, pero en la que sin embargo le pongo un estilo notable (como se puede ver en las fotos de Puri). Las casi dos semanas que han seguido, sin embargo, han tenido bastante menos de diversión (aunque algo ha habido) y más de agobio.
Tampoco voy a ponerme a contar ahora todo con todo lujo de detalles porque no es plan de
aburrir a las ovejas, pero mi maravilloso grupo de investigación está inmerso en la petición de ayudas para la Junta de Andalucía, para lo cual hay que rellenar una serie de parámetros (artículos publicados y esas cosas) en una aplicación que bien podría llamarse
Er Laberinto der Doló o
The Kafka Reloaded, pero que han dado en bautizar como
SICA. Muestra de la estabilidad de la aplicación es que, mientras ayer
a las cuatro de la mañana subía los últimos artículos, como en un tercio de las veces tuve que repetir la entrada por error interno del servidor (!). No quiero ni pensar en lo que pasará cuando se aproxime el día 15 y hordas de becarios se dediquen a meter todos a la vez la aplicación en horario de oficina. Pero vamos, que después de escuchar
las historias de cómo se hacen las aplicaciones de la Junta casi que no me sorprende en absoluto. Afortunadamente, en el maratón de ayer ya dejé casi todo subido y listo, aunque seguro que de aquí al 15 cae algún otro marrón, especialmente porque parece que soy la única persona en el Sur de Sevilla capaz de ensamblar un PDF a partir de JPGs.
La segunda ocupación que me ha tenido de cabeza ha sido un curso de extensión universitaria. Resulta que todos los años se hace un curso en el Servicio de Microscopía para que pobres personajes varios se enteren un poco de las técnicas disponibles con las que mirar materiales. Un poco como CSI, pero en ladrillos en vez de cadáveres. (Aunque si alguna vez os pasáis por el Servicio de Microscopía, hay por ahí colgado un póster de Frontela que es CSI total, con fiambre y todo). Bueno, pues mira que el año pasado traté de hacerlo lo peor posible, pero mis compañeros del SM no aprenden y me han invitado (más bien empujado :P) a dar una charla sobre el microscopio que utilizo. Así que he estado liado bastante tiempo, entre que he preparado las transparencias y he dado las charlas.
Ya os contaré más cosas, pero resulta que el día, que
había empezado muy bien, se me acaba de torcer cuando apenas llevaba dos horas: resulta que una cámara que me compré la semana pasada, y que apenas he tenido tiempo de estrenar (de hecho únicamente le he hecho fotos a cosas del piso), se me ha fastidiado misteriosamente. Encima, como, gilipollas de mí, la he comprado a una tienda francesa, ahora tengo que mandarla a Francia. Teóricamente, como es un defecto de fábrica, estoy dentro de los primeros 15 días, etc. me reembolsarán los gastos de envío, pero ahora cualquiera sabe. En fin, cosas que pasan. Salvo que mañana se haya arreglado misteriosamente (cosa que dudo), tendré que devolverla. Como os imaginaréis mi ánimo acaba de caer en picado :(((( Seguiremos informando...